sábado, 31 de mayo de 2014

Discurso de graduación de 2º de Bachillerato IES María Zambrano

En primer lugar, permítanme dar las buenas tardes a todos los presentes: a don Manuel Pérez, director de nuestro centro, y al resto del equipo directivo; a los profesores y, por supuesto, a mis compañeros y los familiares que nos acompañan hoy en este día tan especial. Gracias a todos por asistir al acto de graduación de los alumnos de Segundo de Bachillerato y Ciclos Formativos del Instituto María Zambrano.

Nos advirtieron de que este día llegaría: “¿habéis comprado ya el vestido para la graduación?”, “esto se acabará en un abrir y cerrar de ojos”, nos decían al principio del curso. Quién nos iba a decir que tenían toda la razón… Esto ya ha acabado. Que sí, que aún queda la temida Selectividad pero, si hemos llegado hasta aquí, ¿por qué no íbamos a poder con ella?

A lo largo de estos años de instituto hemos sobrevivido a 84 excursiones, sendos viajes alrededor de Europa (desde Sierra Nevada o Cazorla hasta Londres e Italia), más de 350 exámenes, con sus llantos y alegrías correspondientes. Hemos sobrevivido a los buenos y a los malos momentos, y tengo que decir que si de algo nos ha servido es para hacernos más fuertes.

Algunos mantendremos el contacto, mientras que otros quizá no volvamos a vernos. Pero todos compartiremos, a partir de ahora, los recuerdos y vivencias que nos han unido durante estos años. Y es que, a pesar de nuestra desesperación por los exámenes y “la nota”, a pesar de que a veces nos referimos al instituto como “la cárcel” (…). A pesar de todo eso, tenemos mucho que agradecerle. En él hemos hecho grandes amistades. Hemos aprendido a trabajar en equipo y a ser independientes. Hemos evolucionado física y mentalmente entre sus paredes.

Sí, se acaba un ciclo pero, como siempre, comienza otro nuevo. Debemos afrontar este cambio con ilusión. Quién sabe lo que nos depara el futuro… Pero, de nuevo, si algo hemos aprendido es a no rendirnos ante la adversidad. A luchar por nuestros sueños hasta hacerlos realidad. Y es que, como decía Paulo Coelho, “es la posibilidad de realizar un sueño lo que hace que la vida sea interesante”.

Sin duda, gran parte de nuestro éxito se debe al apoyo incondicional de nuestros padres. Gracias por soportar nuestras hormonas adolescentes y estar encima nuestra para que demos siempre lo mejor de nosotros mismos. Gracias por entregarnos todo lo que tenéis sin pedir nunca nada a cambio.

Y, por supuesto, quiero dar las gracias por haberme dado la oportunidad de poner voz a los pensamientos y sentimientos que hoy comparto con mis compañeros.

Quiero terminar este discurso con una reflexión dirigida a todos los profesores, que nos han dado tanto sin recibir reconocimiento alguno. Sin que reconozcamos, a menudo, la responsabilidad que conlleva la enseñanza, ni la entrega con la que desempeñan su labor. La educación es nuestra mejor arma contra la ignorancia y el engaño. Gracias por ser nuestros mejores mentores, tanto dentro como fuera de las aulas. Gracias por ser nuestros segundos padres. Gracias por habernos hecho mejores personas.




NOTA: Para dejar un comentario, haga click en el título de la entrada para entrar en ella y, al final del texto, aparecerá la opción de “Publicar un comentario en la entrada”. Introduzca su comentario y, en la casilla de “Comentar como...” seleccione “Anónimo” (la última opción) o “Cuenta de Google” si es que posee una. Si quiere que conozca su identidad, deje constancia de ella en su comentario. Muchas gracias. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario